viernes, diciembre 28, 2007

Y uno aprende

Después de un tiempo,
Uno aprende la sutil diferencia
Entre sostener una mano
Y encadenar un alma

Y uno aprende,
Que el amor no significa acostarse
Y una compañía no significa seguridad
Y uno empieza a aprender.

Que los besos no son contratos
Y los regalos no son promesas
Y uno empieza a aceptar las derrotas
Con la cabeza alta y los ojos abiertos

Y uno aprende a construir.
Todos sus caminos en el hoy,
Porque el terreno de mañana
Es demasiado inseguro para planes.

Y los futuros tienen una forma de
Caerse en la mitad.
Y después de un tiempo
Uno aprende que si es demasiado,
Hasta el calorcito del sol quema.

Así que uno planta su propio jardín
Y decora su propia alma,
En lugar de esperar, eternamente,
A que alguien le traiga flores.

Y uno aprende que realmente puede aguantar,
Que uno es realmente fuerte,
Que uno realmente vale,
Uno aprende y aprende.

Y con cada día uno aprende más

J.L. Borges


Ufff...Sin mayores comentarios...

viernes, diciembre 21, 2007

¿Y cómo me viví mi año 2007?

Fin de año.
Se va mi 2007...mi único año 2007 de toda mi vida, que, aunque suene obvio, es un pensamiento que ha cambiado la forma en que me vivo cada momento, cada día, cada semana, etc...

Un año 2007 que comenzó de la peor forma imaginable, contando los días que faltaban para que terminara y que se comienza a cerrar con varios broches de oro.

¡Quién lo diría!

¿Es el mismo año que empezó tan mal?: Sí, es el mismo año.
¿Es la misma persona que empezó tan mal?: No, es otra persona.

¿Qué cambió?
Sobre todo, algunas actitudes personales.

Como contaba, el año no empezó bien...de hecho, empezó muy mal. Y con el pasar de los meses, me di cuenta que la situación no iba a mejorar. Entonces, en vez de invertir fuerzas intentando cambiar las situaciones y lo que me pasaba, invertí fuerzas en cambiarme a mí; en cambiar la forma en que yo afrontaba mi contexto.

Y resultó...Ya no soy el mismo; estoy mucho más potenciado, con muchos más recursos personales.
Estoy decidiendo ser feliz, independiente de lo que me ocurra, que, obviamente me infuye, pero no me determina.

Estoy decidiendo jugarmela por proyectos que implican cambios, que implican dificultades (quizás como nunca antes en mi vida), pero los miro de frente. Confiado.

Estoy en 3 proyectos importantes actualmente.
Uno es el MPO Society (y Summit), otro, un tema laboral y por último y el más importante para mí, un tema de relaciones interpersonales.
Y los 3 me están llevando a cerrar el año con broches de oro, porque están resultando increíble.
Les he dedicado pasión, energía, actitud positiva y proactiva a cada uno de ellos. Y, en estos momentos, los 3 llenan mi vida.

Es increíble darme cuenta que, incluso aunque algunos de estos proyectos se veían casi perdidos, casi inalcanzables, voy por buen camino. Probablemente, esto se deba a que me he involucrado en ellos de manera transparente, sincera, con todo mi amor.

Y, aprendí, que cuando soy consistente y coherente entre lo que siento, lo que pienso, lo que digo y lo que hago, muy difícilmente me va a ir mal.

Este año, este "difícil" año en un comienzo, está siendo uno de mis mejores años; uno de los años que he terminado más pleno, más entero, más bien parado (aunque agotado) en mi vida.

¡Quién lo diría!

P.S.: Gracias a todos aquellos que han sido parte fundamental para mí y que, sin duda, son claves en lo que actualmente soy como persona.
Gracias Gaby, JP, Felipe V, Mali, Felipe L., Eduardo, Rodrigo, Cristián, Ignacio, Pía, Felipe H., Vale. Gracias Sole, Karen, Tomás, Lea, Pauli, Feña, Yael, Lorna (¡que buen equipo vamos a formar!). A todos aquellos que han sido apoyo, guía y compañeros de camino en este maravilloso año 2007.

Gracias.

lunes, diciembre 03, 2007

Momentos

Sábado 1° de Diciembre del 2007
MPO 2006


Momentos...


Momentos en que aprendí la sútil diferencia entre juntarse con amigos y entrelazar nuestras almas. (Por sobre todo: "Uno crece" ;))

Momentos en que disfruté la sensación de que el camino no está vacío. La sensación de que no sólo cuento con personas que están atrás para apoyarme, ni adelante para guiarme, sino que cuento con 14 corazones a mi lado para acompañarme; para recorrer juntos el camino de mi vida.

Momentos en que pude mostrar parte de las profundidades de mi corazón a un grupo de personas que, con un respeto y un amor incondicional, escucharon...En principio, sólo escucharon, como si cualquier palabra pudiera romper la magia creada entre nosotros. Esa magia que transforma en maravillosas algunas situaciones que en la cotidianidad pierden sentido. Sé que no eran necesarias las palabras, porque nuestras sonrisas irradian más luz cuando estamos cerca. (Nuevamente, "Uno crece")



De todas formas, también agradezco esos momentos posteriores en que me hicieron sentir pleno con sus palabras y con sus cartas. Quedan atesoradas en mi corazón.

Momentos...Momentos de mirarme reflejado en sus sonrisas y en sus lágirmas. Gracias por su apertura tan pura, tan verdadera...tan intensa. Por permitirnos, entre todos, crear un espacio donde nuestras emociones fluyen, acompañadas por la hermosa presencia de cada uno.

Momentos en que no sólo se escuchan declaraciones que quedan en el papel ni en el aire, sino que se demuestran y se hacen tangibles y concretas en gestos, abrazos, cariños, corazones unidos, proyectos a futuro.

Qué más decir, sino solamente ¡gracias!
Una gran parte de mi corazón es de cada uno de ustedes.

jueves, noviembre 29, 2007

Todo o nada

Este es uno de esos momentos en mi vida en que aparece una experiencia que me mueve todo el piso y que me obliga, al fin, a despertar...A darme cuenta que tengo que salirme de la burbuja lingüística que me encierra y llevar a la práctica todo lo que me digo.

Ya basta de "tratar" de dar algunos pasos.
Me he pasado la vida tratando de hacer cosas en vez de simplemente hacerlas o no hacerlas.

Me he pasado la vida justificándome por algunas cosas que he dejado de hacer, diciendo:
"Hice todo lo posible: ¡Traté!"

Lo peor es que a veces lo digo casi con orgullo, con la satisfacción de la persona que busca autoconvencerse que hizo su mejor esfuerzo, sabiendo que no es verdad.

Tratar...Tratar...

Es interesante lo que me sucede con la palabra "tratar." Es una palabra que no tiene indicador de logro y por lo mismo, haga lo que haga, puedo justificarme diciendo que traté. Total, ni siquiera yo mismo entiendo que significa tratar. Entonces, quedo emocionalmente tranquilo, pero entro en un loop en el cual trato, trato de tratar, trato de tratar de tratar, trato de no tratar, etc., pero que no me lleva a alcanzar lo que quiero.

Me gustaría, por una vez, dejar de tratar y empezar a hacer, sobre todo cuando algunos de mis proyectos más importantes empiezan a tambalear porque sigo y sigo tratando y no me decido, de una vez por todas, a hacer lo que siento.

El dejar de tratar y empezar a hacer, me puede llevar al peligroso y difuso límite del todo o nada. Jugármela implica posibilidades de perder (de hecho, en relación al tratar, el hacer aumenta las posibilidades de fracaso), pero sobre todo, implica posibilidades de alcanzar...de lograr.

Y hacia allá busco ir...Hacia mis logros. Hacia objetivos que tengo claros, pero lejanos, por mi insistente estrategia de tratar de alcanzarlos

...¡¡Qué fuerte tembló en mi vida!!

lunes, noviembre 12, 2007

Haciendo más de lo mismo, he obtenido lo mismo.

Alguna vez, Albert Einstein dijo: "Loco es el que hace más de lo mismo, esperando resultados diferentes" o en otras palabras, si quieres un resultado diferente, no hagas más de lo mismo.

Como seres humanos, tendemos a juzgarnos a nosotros mismos por nuestras intenciones y al resto por sus acciones y las consecuencias. Esta forma de funcionar, que puede llegar a ser muy sana para la autoestima, el ego y el cuidado personal, tiene algunos contras.

Personalmente, por ejemplo, muchas veces no tolero lo que hacen otros. Como no veo intenciones de fondo, tiendo a enjuiciar. Puedo llegar a creer que el otro tiene posibilidades de mejorar tendientes a cero.

Eso me pasa por el lado de juzgar sólo las acciones de los otros.

Y para no dejarlo solamente fuera de mí, el juzgar solamente mis intenciones, sin ver hechos o consecuencias, también tiene sus contras.

Hoy día fue un día de insight. Me di cuenta que al juzgar mis intenciones y no lo que hago o esas consecuencias, he llegado a ser demasiado transigente conmigo mismo. He vivido últimamente con una baja capacidad de mejorar en relación a mi potencial, debido a que "como mis intenciones son buenas, seguramente estoy haciendo lo correcto." (Algo así han sido mis diálogos internos desde un tiempo a esta parte.)

Me di cuenta de esto pensando en algunas relaciones interpersonales. En algunas, he tomado un "rol" de patrocinador (inconcientemente), lo que me pone en una cierta posición en relación a un otro. Este rol permite llenar los vasos de otros. Potenciar sus recursos. Defender, proteger, amapar y favorecer a otros.

¡Que linda intención hay detrás de actuar así!

Sin embargo, el resultado que obtenía de esas relaciones, no era el esperado. Y cuando mi resultado era diferente a las expectativas, me frustraba. Me enredaba en el juicio de que había fracasado.

Mis expectativas no eran las de crear relaciones verticales (el patrocinador, de una u otra forma, está por sobre el patrocinado). Mis esperanzas estaban puestas en lograr justamente lo contrario: relaciones horizontales.

Y de esa forma, patrocinando, podía pasarme años tratando de alcanzar relaciones horizontales y no las obtenía...¡pero mis intenciones eran tan buenas que no cambiaba!

No obtener los resultados esperados me puso muchas veces en una postura de víctima: Esperaba que los otros cambiaran para adecuarse a lo que yo les entregaba como patrocinador y, desde ahí, crear las relaciones que yo esperaba.

Hoy se me prendió la alarma: Logré darme cuenta que estaba actuando como patrocinador en relaciones que requieren que haga cosas distintas, que tome otros roles...Haciendo lo mismo de siempre, he obtenido lo mismo. ¡Llevo años tratando de obtener resultados diferentes y sigo haciendo lo mismo!

Me puse a pensar, que, para poder obtener resultados diferentes, tengo que deconstruir lo que he construido como patrocinador (al menos una parte) y empezar de nuevo de otra forma.

¿Alternativas?
Dos. Pensar una estrategia o dejarme fluir.

Hasta antes de llegar a la frase anterior, no tenía claro que alternativa seguir. Ahora se me prendió otra luz de alarma: Si elijo pensar una estrategia, probablemente voy a caer de nuevo en el patrocinio, porque es la estrategia que mejor conozco.

Dejarme fluir desde mis emociones y lo que siento, quizás no me lleve al resultado que espero, pero al menos me llevará a resultados diferentes...y a estas alturas, eso es un gran paso.

lunes, octubre 15, 2007

Tiempo para mí.

Hoy decidí salir a trotar. Hace 9 meses que no lo hacía y fueron 40 minutos.
Salí a trotar porque yo quise...Y fue lindo dedicarme 40 minutos a mí, para pensar, para reflexionar y para darme cuenta de algunas cosas...

Saliendo de mi casa, la calle es plana, pero una cuadra más adelante, hay una subida enoooorme. Me encontré de frente a esta subida y mi primer pensamiento fue que no me la iba a poder, aunque mis piernas no se detuvieron...Sin darme cuenta ni tiempo para detenerme, estaba subiéndola. Fluyendo, me fue mucho más fácil que racionalizando. De hecho, si me hubiera puesto racional, habría tomado otro camino.
Lindo aprendizaje.

Después de unos minutos, volví a encontrarme con una subida. Ahora, lo que hice, fue subir el ritmo y me di cuenta que se me hacía mucho más fácil al aumentar la intensidad. Al hacerlo, era como si la subida no importara, sino que lo que importaba eran mis recursos.
¡Wow!

Después de un rato de trote, sentí que tenía heridas en los pies. Después de todo, llevaba largos meses sin usar esas zapatillas. Lo lindo fue darme cuenta que las heridas me las estaba haciendo en mi intento de alcanzar una meta que yo mismo me puse, y no por algo que me haya sido impuesto desde afuera. Pensándolo así, pude seguir trotando y las heridas no importaban tanto. Me hicieron bajar el ritmo, pero no detenerme. El foco estaba más allá, no en el dolor de acá.
Ufff...

En algún momento, a pesar de las heridas en los pies, decidí volver a aumentar el ritmo..."Un último esfuerzo", pensé para mí...y ¡Sorpresa! El dolor no era tan intenso como antes.
De nuevo: aumentar la intensidad y el fluir hacía que no importara el dolor, sino que volvía a centrarme en mis recursos y en mis objetivos.

Fue muy potente darme cuenta que el tema no es el dolor o las subidas, sino que son mis recursos y mi actitud hacia lo que me pasa.

Si, sentía dolor, pero yo quise seguir y aumentar el ritmo.

Al final, paré a elongar. Paré en un sendero hermoso que hay cerca de mi casa...Un sendero emocionalmente fuerte para mí, desde enero...Lo agradable, fue que paré ahí porque yo quise. De hecho, estando ahí, yo quise darme permiso para estar triste.

No traté de impedirlo, me deje fluir...Y a pesar de la tristeza, fue muy bueno darme cuenta que no fue paralizante como hace unos meses, sino que el darme permiso para sentirla fue potenciador. Incluso pude sonreir. Tristemente sonriente.


Me di 40 minutos para mí, porque yo quise y obtuve estos aprendizajes. Algunos, son justo los que andaba buscando. Otros, tengo que decantarlos aún.
Sin duda, valió la pena darme un tiempo para mí.

domingo, septiembre 30, 2007

Baby Steps

* (Primero que todo, te agradezco por el título de esto que escribo. ;) Tú sabes...)

Durante los últimos días, en los cuales (¡qué sincronía!), he sentido profundos estados emocionales que no me tenían bien, el Universo se alinea para mostrarme un poco más de lo que soy. Más de lo que soy en esencia, no sólo las cosas que hago o las decisiones que tomo.

Tuve la oportunidad de contactarme con algunas instancias que me provocan estas emociones que me tenían mal. Afortunadamente, también tuve la instancia de integrarme a un espacio de crecimiento y desarrollo personal, que me ayudó a observarme (acompañado por hermosos compañeros de camino: ¡¡Gracias Felipe, Cristián, Rodrigo, Marcelo!!) (Seminario de Robert Dilts y Deborah Bacon: "Coaching a nivel de Identidad")

Pude aprender varias cosas de mí.

Aprendí, por ejemplo, que tenía la creencia, en mis relaciones interpersonales, que si no estaba mal, sufriendo, pasando malos ratos, la gente no se acercaba a mí...pensaba que los otros pensaban: "ahh..si está bien, para qué me voy a acercar"...y eso me ponía en una posicion de víctima respecto a las cosas que me pasaban...buscaba mantener en mí algunos estados emocionales negativos, para sentir cerca a la gente que quiero.

Aprendí también, que no me gustaba dejar de sentir pena o tristeza. No me gustaba, porque al sentir pena o tristeza, podía ponerme en mi rol de víctima e iba a mantener a la gente que quiero cerca de mí.

Me di cuenta que hay otras formas de mantenerlos cerca; por ejemplo, irrandiando cosas positivas. Me di cuenta que, pudiendo transformarme en una antorcha (símbolo que he encontrado en mi interior repetidamente en los últimos días) No tengo que ser un estropajo para tener cerca a las personas que quiero (¡sí, tú!), sino que puedo tenerlas cerca por lo valioso que soy en el aquí y en el ahora.
Descubri que puedo tenerlas cerca por iluminar y no sólo porque tengan que recogerme del suelo...
Puedo tenerlas cerca por lo valioso que soy en cada momento presente, sin las culpas, los juicios y las penas del pasado, y sin la incertidumbre y los miedos del futuro.



Me di cuenta que estoy aprendiendo a soltar y dejar ir las situaciones en las que no puedo hacer nada más y que eso no me hace ser débil ni menos, sino que me muestra toda la valentía, entrega y transparencia que fui capaz de sacar de mí y entregar a cada persona a la que he querido o amado, a pesar de las circunstancias.

Aprendí, también, que en relaciones que me causan mucha pena o tristeza y en las cuales me siento devorado o inundado por mis sensaciones, no soy capaz de irradiar lo que soy aquí y ahora, sino que comienzo a proyectar mis creencias limitantes en relación a mi pasado y a mi futuro.

(Estoy dándome la bienvenida a vivir mi propia vida y no vivir la vida de los demás...o dejar que otros vivan mi propia vida)

Me di cuenta, que, en estados de centramiento logro encontrar un espacio alrededor mío (como una cápsula o una cerca) que me permite darme mi espacio para entregar lo que soy, y no lo que fuí o lo que debería ser.
Me di cuenta, que la forma más eficaz que tengo de centrarme es sonriendo. y sonreír me permite entregarme tal como soy. Entregar lo valioso que soy.



Aprendí más de mí...

Me di cuenta que cuando llego a nuevas situaciones con la actitud de "esto me lo se, soy seco en esto, no tengo mucho que aprender o esto lo hago sin ningún problema", me es más fácil perder el centro y que me salga mal...en cambio, cuando llego con la actitud de "a ver, qué puedo aprender de esto", o "con qué maestro me voy a encontrar, disfrazado de vendedor, de garzona, de vendedor del quiosco, o del mcdonald's?", llego mas centrado y me salen mejor las cosas

Es lindo sentir que el vaso no está ni medio lleno, ni medio vacío, sino que el vaso se está llenando.

domingo, septiembre 16, 2007

Altas expectativas

Varias veces he escuchado y leido que, ante situaciones nuevas o de cambio, es mejor llegar sin muchas expectativas, porque de esta forma no se corre el riesgo de desilusionarse ni de quedarse con las expectativas no cumplidas.

Hubo momentos en mi vida en que, incluso, llegué a estar de acuerdo con este pensamiento.
Pensaba que, minimizando mis expectativas, aumentaba mi capacidad de sorprenderme ante lo que llegara.
Pensaba también, que mientras menos expectativas no cumplidas tuviera en mi vida, sería una persona más feliz, más relajada, más abierta a lo que llegara.
Tener expectativas bajas era algo así como un escudo ante un mundo en el cual yo no podía influir.

Sin embargo, hoy, en una conversación interna, me di cuenta de lo equivocado que estaba...Me di cuenta que, al pensar así, estaba poniendo un escudo para protegerme ante situaciones en las que yo creía que no tenía mucho (o no tenía nada) que hacer.

De esta forma, como mi pensamiento me hacía creer que las situaciones no dependían de mí, quedaba tranquilo emocionalmente, pensando que mientras menos expectativas tuviera, más feliz sería ante lo que el destino pusiera en mi camino.

Escribiendo esto, pretendo extender aún más mi capacidad y actitud de hacer que las cosas pasen.

Si pienso que yo puedo influir en lo que me sucede, no necesito bajar mis expectativas, porque me siento capaz de hacer que lo que busco me pase; es más, de ésta forma, puedo transformar mis altas expectativas ante el cambio en un motor y no verlo como un posible foco de decepción o desesperanza.

Me he estado dando cuenta que una parte importante de las tristezas en mi vida, fue al pensar que no tenía que tener altas expectativas al hacer las cosas....al pensar que tenía que aceptar y, peor aún, sorpenderme y alegrarme ante lo que me sucediera.

Me he estado dando cuenta que, como soy capaz de hacer que las cosas pasen, puedo alinear lo que hago con mis expectativas altas y, sin dudas, lograr mis metas con la alegría de poder ser yo mismo, la fuerza creadora en mi vida.

jueves, septiembre 13, 2007

¿Comunicación efectiva?

A: - "La cosa no mejora"
B: - Hemos ido mejorando poco a poco"

A: - "A los supervisores les pagan mucho y a nosotros muy poco"
B: - "A los operarios les pagan más de lo que deberían pagarles y a nosotros menos"

A: - "Los jefes se juntan entre ellos y después sólo dan órdenes"
B: - "Veo qué necesita mi gente, les pregunto cómo están, me preocupo de ellos y doy espacios para dar ideas"

Leyendo lo anterior, podría pensarse que son diálogos entre operarios y jefes o supervisores, que están pensando y viendo sus diferentes realidades.
Si nos imaginamos un operario tosco, con poca educación y jefes del estilo "capataz", podríamos pensar que si el diálogo anterior sube de tono, incluso podría terminar en una pelea.

Lo interesante de la historia es que no es un diálogo: No existe tanto espacio ni confianza para llegar tan allá.
Son necesidades detectadas en un estudio de clima de una empresa y, curiosamente similares a necesidades detectadas en otras empresas a través de talleres y formación de personas.

¿Cómo nos comunicamos en Chile dentro de las organizaciones?
¿Cómo estamos generando espacios de confianza?
¿Cómo estamos expresando lo que nos pasa?

Estas preguntas toman relevancia, porque lo grave es que ambas partes (operarios y jefaturas), tienen razón, (después de todo, lo que cada persona percibe es completamente válido) pero las instancias y las condiciones de confianza no existen.

¿Cómo las vamos a crear?...
...porque supongo que es una necesidad de la cual, como psicólogos organizacionales tenemos que hacernos cargo.

Cuando todas estas creencias no encuentran espacios en los que puedan fluir, comienza a incubarse en las personas una de las emociones más complicadas que existen: el resentimiento, una emoción basada en el odio, pero que se expresa hacia adentro de uno mismo, por lo que se va potenciando con cada pequeño detalle que tienda a potenciar las creencias a la base.

¿Cómo trabajar dentro de un clima así? ¿Cómo crear el alto desempeño? ¿Cómo generar confianza?

Operarios, jefes, línea directiva. Cada uno por su parte pensando que lo está haciendo muy bien, pero con diálogos internos del tipo:

Operarios: "Yo me comprometo al 100%, pero mis jefes me están cagando"
Jefaturas: "Yo me comprometo al 100%, pero mi gente me está cagando y la dirección me exige, pero no me pesca"
Dirección: "Yo me comprometo al 100%, pero las personas en esta empresa me están cagando"

Ufff...¿Cómo lo hacemos?

¡Cuántas creencias limitantes surgen a partir del resentimiento!
¡Cuánto resentimiento surge a partir de un clima organizacional de temor!
¡Cuánto temor surge a partir de relaciones distantes y culturas que sólo castigan errores!
¡Cuánta distancia surge en un ambiente en que la comunicación (muchas veces basta sólo un simple saludo; a veces sólo basta "ver" a un otro), se da desde la indiferencia!

Preguntas: ¿Cómo nos estamos comunicando?
(tomando en cuenta que es imposible no comunicar y que, hagamos lo que hagamos, estamos comunicando algo)
¿Qué estamos comunicando? Y, sobre todo, ¿Qué está recibiendo la gente de lo que comunicamos?

lunes, agosto 13, 2007

Haciendo que las cosas pasen.

Dejo constancia: Cambió mi actitud.
Desde un tiempo a esta parte, he decidido jugar mi propio partido desde una nueva posición. Una posición que, si bien conocía, no manejaba tan bien.
O, por otro lado, manejaba perfectamente la posición contraria, la cual, además, me había funcionado...aparentemente

Stephen Covey plantea que uno de los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, es la proactividad. Es decir, la gente que le va mejor tiene dentro de sus variantes, la capacidad y la actitud de hacer que las cosas pasen.

Llevado a números, Covey expone el principio 10/90. Esto significa que una persona que ya tiene avanzado o que dentro de su círculo de control maneja solamente el 10% de una situación, puede hacer que el otro 90%, que no depende de él, suceda...Sólo con la actitud de querer y creer que las cosas pueden pasar cuando uno se lo propone.

Desde hace un tiempo, me decidí a ver mi vida desde esta posición. Sabiendo que, con mi forma de responder antes las situaciones, tengo avanzado una gran parte del camino.

¿Qué me llevó a cambiar mi forma de ver las cosas?

Antes que todo, darme cuenta que, mirando la vida como la miraba, no tenía ningún sentido vivirla. ¿Para qué intentar hacer algo si mi pensamiento es que no hay nada que yo pueda hacer?
Influyó el hecho de sentir, con angustia, que estaba dejando pasar oportunidades maravillosas en mi vida...

...El destino me está dando segundas opciones y, esta vez, no quiero perderlas. Si no funciona, al menos quiero poder acostarme y decirme: "Bien hecho, hiciste todo lo que estuvo en tus manos". Quizás con pena, tal vez frustración, rabia ( o cualquier emoción de las que se sienten cuando uno pierde oportunidades así), pero tranquilo emocionalmente, sabiendo y sintiendo que lo entregué todo. Que hice todo lo que estaba a mi alcance.

Ha sido un paso enorme. Me siento bien así, porque tengo "algo" por lo que jugarmela. "Algo"...lo que sea. Pero sabiendo que si yo puedo hacer que las cosas pasen, ese "algo" aparece constantemente. Esa construcción de mi sueño pasa a tener un sentido que antes no tenía.

Detalles tan simples como asumir que un vaso de bebida no se cae...yo soy el que lo boto.
Pensar que la pregunta para la frase: "las cosas son así", no es "¿Por qué a mí?", sino "¿Qué hago yo con esto?"
Saber que si nadie me ayuda, no es porque el resto no lo haga..sino porque yo no he pedido ayuda de la manera correcta (o simplemente, no la he pedido)...

Las cosas, desde hace un tiempo, están en mis manos...Y esta actitud me empodera, me hace crecer...
Me he puesto focos y me estoy permitiendo poner toda mi energía en las cosas que puedo influir. En las cosas que puedo hacer que pasen.

Ya empecé y desde acá, no alcanzo a ver el término de este camino...

lunes, julio 23, 2007

Crítico interno

¿Por qué últimamente me enfoco en lo que no funciona?
¿Por que esa mirada que ya creía superada de "mostrar las cosas como son"?
¿Mostrar mis puntos de vista de forma "frontal" y "crítica" me da más fuerza?

...Estoy encontrando espacios de aprendizaje...

Acá estoy...Esto me está pasando

¿Temor? ¿Angustia? ¿Miedo? ¿Ansiedad?

El cuerpo habla, entrega señales...y las señales que estoy sintiendo, no me gustan tanto.

Por un lado, es hermoso saber y sentir que mi cuerpo me quiere decir algo...Por otro lado, la incertidumbre que provocan las Sensaciones Sentidas que no soy capaz de entender aún, me complica.

"Incertidumbre"....Esa es la palabra que representa el "lugar" en que me encuentro.
"..................."....Este espacio que representa lo que me está pasando: Es decir, no tengo idea qué me pasa.

En general, suelo ser más kinestésico que visual o auditivo; frecuentemente, siento sensaciones (valga la redundancia...siento "cosas" en el cuerpo...y les doy importancia)

El clásico nudo en la garganta, vuelve a aparecer...En algunos momentos, esta sensación significó que algo me aprisionaba...En este momento, aún no descubro qué significa...

Siento que varias áreas de mi vida están formando un círculo, un proceso que funciona muy bien. Trabajo, amigos, fútbol, reencuentros con compañeros de camino que tenía dejados de lado, procesos dolorosos que he dejado atrás...

Entonces, ¿hay algo que va mal?

Según mi parte racional, no...Todo bien.
Según mi parte emocional, al parecer sí...Algo no está andando y necesita salir.

Ufff...Escribo para vaciar la angustia. En momentos como éste (y con sensaciones como éstas), me gustaría poder dibujar una puerta hacia otro lugar...un lugar donde escapar de miedos y angustias, pero, irónicamente, puedo escapar de todo (una cárcel, una relación, una responsabilidad, etc.), excepto de mis sensaciones. No puedo huir de mí mismo.

Y acá estoy...con este pequeño espacio de incertidumbre, que para bien o para mal, me pide atención...
Y con un gran espacio de buenas (buenísimas) experiencias, que me han permitido crecer enormemente como persona.
¡Con cuántas nuevas herramientas me siento! Sólo espero que ésto que he aprendido no sólo me sirva para formar a otras personas, sino que me ayuden a ayudarme en estos momentos de angustia.

P.D.: Gracias a los que lean, porque de una u otra forma, son parte de mi desahogo.

jueves, junio 28, 2007

¿Hacia dónde orientar la formación de personas?

Cada vez toma más fuerza para la alta dirección de las empresas, un tema que para los psicólogos organizacionales puede parecer ser evidente y transparente: La capacitación es una inversión.
No es solamente un "favor" que se le hace a las personas, ni algo que hay que hacer y que no reporta resultados claros a la organización. No es, tampoco, sólo un medio para tener a la gente contenta.

Se está haciendo cada vez más claro que capacitar y formar personas trae consigo un retorno monetario de la inversión realizada.

Entonces, en vista de este nuevo escenario, surgen las preguntas obvias: ¿Qué tipo de capacitación debemos realizar para lograr un impacto en el negocio? ¿Cómo hacer de la formación algo realmente estratégico?

¿Posibilidades? Muchas.

Me gustaría poner solamente dos distinciones que he escuchado sobre la mesa:

1- Formación orientada a resultados. (capacitar en protocolos, estándares, competencias técnicas)
2- Formación orientada a las personas. (formar en competencias relacionales y del sí mismo. Autogestión)

Curiosamente, me ha tocado escuchar estas dos alternativas de orientación de la formación como polos opuestos: La capacitación orientada a resultados, como un opción más "dura", más conectada con el negocio o con la estratégia y la capacitación orientada a las personas, como un tema más blando, para mantener a las personas contentas.

Sin embargo, me gustaría abrir algunas posibilidades.

¿La formación orientada a personas (es decir, con metodologías de autoconocimiento, de reflexión, en un formato experiencial quizás) trae o no resultados estratégicos para la organización?

¿La formación orientada a resultados, realmente provoca resultados sobresalientes y de largo plazo si sólo se enfatizan temas que impactan en el negocio en áreas tangibles, concretas y, en definitiva, medibles?

Difícil es generar indicadores medibles acerca de temas como el autoconocimiento. En espacios de aprendizaje quizás sea menos discutible, pero en el día a día de una empresa cualquiera, ¿cómo se hace?. Incluso, yendo un poco más allá: ¿Impacto más en el negocio mientras más me conozco a mí mismo? No es un tema claro ni con respuestas definitivas; puede ser incluso una apuesta.

Por lo mismo, simplemente abro el tema y dejo abierta la discusión, aunque presento a continuación mi punto de vista:

Mi (escasa) experiencia, me dice que la orientación a las personas es un foco que no se puede dejar de lado en la formación de personas.
Mi sensación sentida, también prefiere creer que es así.

Lo que hago día a día en el trabajo con personas, me ha mostrado que, el hecho de conocerse más a fondo, puede hacer que el desempeño y, por lo mismo, el impacto en el negocio, sean altísimos, sobre todo en una organización en la que existen condiciones para que estas personas saquen a relucir su potencial (condiciones que muchas veces son creadas por las mismas personas que han sido capaces de observarse, ver espacios de aprendizaje y posibilidades de acción en el entorno en que se encuentran)

Quizás el enfocar la formación o capacitación hacia las personas y esperar desde ahí resultados sobresalientes, es un cambio radical (pero necesario) de paradigma, porque los protocolos, y los formatos muy estructurados ya no están dando los resultados esperados; por esto, mi propuesta es muy simple:

Si lo que hacíamos ya no da los resultados que buscamos, hagamos algo diferente y obtendremos resultados diferentes: Orientemos la formación de personas (justamente) a las personas y su potencial.

sábado, abril 07, 2007

Distinciones entre realidad e ilusión. (Y el valor de la fe en cada una)

Ilusión? Realidad?

A pesar de la dificultad (o imposibilidad) de diferenciarlas, la distinción entre una y otra toma sentido, sobre todo, cuando una persona sufre; cuando una persona tiene algún problema, alguna crisis.

La realidad será tomada, en este caso, como algo a lo que uno puede aferrarse, algo estable (independiente de que ésto "realmente" exista o no). La ilusión, en cambio, será tomada como algo de lo que se puede tomar distancia, algo que uno puede dejar ir, porque en el fondo, no existe en sí misma, sino sólo como una percepción.
Es importante destacar que, tanto lo real como lo ilusorio, son distinciones personales, no convenciones de una mayoría.

Existen dos significados, a grandes rasgos, que una persona le puede dar a una situación.
- Una situación es positiva.
- Una situación es negativa.

Cuando una situación es positiva (según la valoración que la propia persona hace de ésta), lo conveniente es tomar esta situación como algo real. Al ser tomada como algo real, la situación se concreta, se hace tangible y esto permite perpetuarla en el tiempo, porque al ser algo estable y concreto, modificarla se hace difícil.
Así, se crea un círculo virtuoso de hacer real lo positivo.

Cuando vivo momentos de felicidad, me gusta aferrarme a ellos. Tener fe de que van a durar para siempre. Si no soy capaz de tener fe en algo (lo que sea) voy a terminar compadeciéndome de mí mismo. En este caso, la fe en la realidad, es lo que me permite entregarle algún sentido a futuro a lo que vivo, permitiéndome creer que ese momento de felicidad, durará para siempre. Si no tengo esa fe, ¿para qué vivir la situación? Mejor sería que todo pasara lo más rápido posible. Todo daría lo mismo.

Cuando una situación es negativa, al contrario, el ideal sería vivirla como una ilusión; es decir, siendo capaz de tomar esa distancia que permita, por una parte, aprender de lo vivido, pero también superarlo, dar ese paso que permite dejar atrás los problemas.
De esta forma, lo que se busca, es tomar esta situación negativa como algo que no está ahí, sino que es creado por la propia persona.
Así, se rompe el círculo vicioso de hacer real lo negativo.

Cuando vivo momentos de tristeza, prefiero, por una parte, ser capaz de dejarlos escapar. Por otra parte, aprender de ellos, es decir, nuevamente vivir con fe. Fe tanto en que ese problema se superará, como en que ese problema me servirá de algo, como aprendizaje. Fe en que ese algo negativo que me está sucediendo no da lo mismo o que no es solamente algo negativo. Otra vez, la fe (esta vez frente a una ilusión), es lo que me permite entregarle algún sentido a lo que quiero distanciar de mí. Si no tengo esa fe, ¿para que sirve una desilusión, un problema? Mejor sería que todo pasara lo más inadvertido posible.

Ahora, ¿cuándo surgen los problemas? O ¿cuándo podemos decir que tenemos un problema?
¿Podemos decir que vivir una situación negativa es un problema?

Según mi opinión, el problema surge cuando la situación negativa es percibida como la realidad; cuando uno se aferra a algo que trae consecuencias negativas.
Es, en este caso, cuando comienzan a aparecer síntomas en la persona. La depresión, por ejemplo. Existe una situación negativa a la que me aferro.

¿Cómo escapar?

Si esta situación la percibo como real, no puedo. Es estable.

En cambio, si se logra percibir la situación negativa como una ilusión, como algo de lo que se puede tomar distancia, lo negativo de la situación se ve como algo pasajero, de lo que se pueden sacar enseñanzas, pero que, en el fondo, no es algo estable ni concreto. Por lo mismo, los síntomas no aparecen, porque lo negativo no hace sufrir. Se ha logrado una desidentificación (la persona no es lo que le pasa) o un distanciamiento (la persona no vive amarrada a lo que le pasa)

Como complemento de todo lo anterior, el principal cuestionamiento que debe existir en toda situación, es sobre el "problema". ¿Cuál es el verdadero enemigo a vencer?

¿El enemigo es la situación negativa? ¿O es el sentido que tiene esta situación para la persona?
¿Hay que observar el sentido o el referente?
¿Importa de verdad el referente, si lo que busco es transformar la situación negativa en una ilusión?

Obviamente no. La respuesta está en el significado. Y la solución, en tomar este significado como una realidad o como una ilusión.

Si no se logra determinar cuál es el verdadero problema a atacar, la situación negativa se transforma en algo real y la posibilidad de superar el problema, en una ilusión.


P.D.: Un agradecimiento enorme a Karen Araneda, quien, con su profundidad y capacidad de escuchar, hizo posibles muchas de estas reflexiones.

domingo, enero 14, 2007

El poder del lenguaje.

El postulado central de la Ontología del Lenguaje, indica que el poder es un fenómeno que emerge del lenguaje. Sin lenguaje no hay poder.
Sin embargo, el poder como fenómeno lingüístico es verdaderamente tal, cuando cumple principalmente con el requisito de que el entorno le confiera el poder a esta persona, para, a partir de esta posición, poder declarar; poder utilizar su poder para cambiar el mundo.

Este postulado en el que se basa la Ontología del Lenguaje, a mi modo de ver, tiene algunos aspectos que son necesarios de aclarar, puesto que de lo contrario, las consecuencias en las organizaciones pueden verse a simple vista: Verticalización de la estructura de la empresa, distancias difíciles de acortar por parte de los líderes y de los trabajadores e, incluso, climas laborales tensos y polarizados.

¿Por qué podrían provocarse estas dificultades organizacionales?

Simplemente porque una gran mayoría de organizaciones aún se basan en una pirámide en la cual la cúspide (dueños, propietarios, accionistas principales), son los encargados de declarar: declaran la Visión de la empresa, declaran la Misión, los Objetivos, etc. La parte central de la pirámide (Gerentes y Subgerentes), utilizan el acto de habla de pedir: toman las declaraciones de los que están sobre ellos y le piden a los trabajadores que cumplan, que entreguen resultados, que hagan surgir a la compañía. Por último, la parte baja (y mayoritaria) de la pirámide, es decir, los trabajadores, sólo tienen el poder de prometer: no pueden ni declarar, ni pedir. Solamente pueden prometer resultados, prometer su mejor esfuerzo, prometer su incondicionalidad a la organización, etc.

Es decir, el verdadero poder en las organizaciones se encuentra arriba, en los dueños. Si no se logra que cada uno de estos tres estamentos sea capaz de utilizar en diferentes ocasiones algún tipo de poder (indistintamente, cada uno de los tres niveles piramidales debería tener el poder de declarar, pedir y prometer), las distancias y los conflictos agrandan sus brechas, comprometen sus soluciones y perjudican completamente a la organización, desde el área de los resultados, hasta el área de las personas, pasando por los clientes y por los procesos.

Por lo mismo, no se puede negar que el lenguaje, realmente es una fuente de poder; sin embargo, el objetivo primero de un Psicólogo Organizacional Humano de la UAI, es ser capaz no sólo de escuchar las necesidades de los estamentos más bajos, sino que de validarlos como un legítimo otro, entregarles poder a través del lenguaje y de comprometerlos y alinearlos con los valores más intrínsecos de la compañía.

Antes de que esto suceda, es muy simple hablar del poder del lenguaje, sin notar que éste es un poder sesgado, aislado y que sólo le corresponde a unos pocos afortunados capaces de cambiar el mundo según sus propias y más profundas necesidades, utilizando a las clases trabajadoras prácticamente como medios para alcanzar sus objetivos finales, que están relacionados con mantener rentable a la organización, lo cual es necesario y un fin último en las empresas, pero mi planteamiento principal, es cambiar la forma estucturada y vertical que, en general, se impone en el mundo organizacional.

martes, enero 09, 2007

Diseñando mi Futuro

1- ¿Cuáles son los valores centrales aprendidos a lo largo del MPO 2006?

Los principales valores son la pasión, el anhelo o un sueño, la humildad para aprender, el centrarse en el potencial generativo, la aplicación estratégica de los anhelos.

2- ¿Cuáles de estos valores son posibles de utilizar para construir mi futuro?

Sinceramente, dejando de lado cualquiera de estos valores, creo que el futuro no estaría completo. Siento que los valores que creo que entrega este programa, son esenciales para la construcción del futuro. Si cualquiera de estas piezas se cae, el ensamblaje completo se debilita. Por lo mismo, cada uno de estos valores no sólo es posible de ser utilizado, sino que es fundamental en la construcción de lo que viene.

3- A partir de estos valores, ¿qué y cómo imagino que podría hacer para construir mi futuro?

A partir de estos valores, creo que lo fundamental para construir mi futuro es dejar de lado ciertas actitudes y percepciones acerca de las otras personas, que muchas veces me llevan a verlos como menos capaces o incompetentes. Me imagino integrando equipos de alto desempeño a partir de mi humildad para darme cuenta que cada persona tiene algo que entregar.

4- ¿Cómo podrían volverse estos sueños en planes concretos?

Lo primero y fundamental, es un cambio personal. Un cambio a nivel de creencias de que hay personas que no me aportan mucho. Un cambio a nivel de actitudes para darme cuenta que cometo errores (graves muchas veces) y que el poder mostrarme como alguien capaz, va de la mano con la humildad de aceptar otras opiniones o soluciones.Sólo a partir de esto, los sueños pueden llevarse a planes concretos bien enfocados, como crear una estrategia de acción de hacia dónde quiero ir, cómo quiero hacerlo. En este sentido, trabajar con un Proceso de administración estratégica personal, me hace mucho sentido. Es una manera concreta (que probablemente voy a utilizar) de tangibilizar planes de acción.En este sentido, creo que la clave que he aprendido durante este año es la de llevar al plano personal modelos aprendidos para gestionar en empresas. El Balanced Scorecard personal también es una forma interesante de ponerme indicadores concretos en 4 dimensiones para darme cuenta de hacia dónde quiero ir, cómo hacerlo y, en el fondo, seguir una estrategia concreta.

5- ¿Cómo sostener el cambio en mí o en mi proyecto?

El cambio finalmente se sostendrá cuando todas estas estrategias pasen de ser simplemente herramientas para autogestionarme o alcanzar metas personales en mis proyectos a ser una actitud ante los distintos escenarios de mi vida. Es decir, dejar de utilizar modelos porque es el mejor camino que dice la teoría, y comenzar a utilizarlos porque me hacen sentido y se adecúan a lo que voy sintiendo, para transformarlos finalmente en una filosofía de vida que me apasione y, finalmente, me mueva.

6- ¿Qué indicadores mostrarían que lo estoy sosteniendo?

Los indicadores pueden dividirse en dos frentes. En primer lugar, el hecho de alcanzar los indicadores personales o las metas que me planteo en mi estrategia, es una muestra formal de que la estrategia se está cumpliendo.En segundo lugar, los indicadores pasan a ser más personales o relacionales. La sensación sentida no ha fallado hasta ahora para “decirme” que voy por buen o mal camino, por lo que creo que no debería fallar en el futuro. Y, por otra parte, en un ámbito relacional, el hecho de darme cuenta que estoy manteniendo a las personas que considero valiosas a mi lado, a pesar de los múltiples proyectos o sueños que esté realizando, es un indicador concreto de que el cambio va por buen camino.

7- ¿Qué tomaría como señal de alarma de que no lo estoy haciendo?

Primero, el no alcanzar los objetivos estratégicos personales es el indicador concreto de que no es sostenible mi cambio. Y, por otro lado, sentir que estoy fallándole a las personas valiosas en mi vida o estar incómodo, sin ganas de levantarme para seguir intentando alcanzar mis metas o indicadores, serían signos claros de que el cambio no lo estoy sosteniendo y es hora de volver a plantearse nuevos caminos.