lunes, agosto 13, 2007

Haciendo que las cosas pasen.

Dejo constancia: Cambió mi actitud.
Desde un tiempo a esta parte, he decidido jugar mi propio partido desde una nueva posición. Una posición que, si bien conocía, no manejaba tan bien.
O, por otro lado, manejaba perfectamente la posición contraria, la cual, además, me había funcionado...aparentemente

Stephen Covey plantea que uno de los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, es la proactividad. Es decir, la gente que le va mejor tiene dentro de sus variantes, la capacidad y la actitud de hacer que las cosas pasen.

Llevado a números, Covey expone el principio 10/90. Esto significa que una persona que ya tiene avanzado o que dentro de su círculo de control maneja solamente el 10% de una situación, puede hacer que el otro 90%, que no depende de él, suceda...Sólo con la actitud de querer y creer que las cosas pueden pasar cuando uno se lo propone.

Desde hace un tiempo, me decidí a ver mi vida desde esta posición. Sabiendo que, con mi forma de responder antes las situaciones, tengo avanzado una gran parte del camino.

¿Qué me llevó a cambiar mi forma de ver las cosas?

Antes que todo, darme cuenta que, mirando la vida como la miraba, no tenía ningún sentido vivirla. ¿Para qué intentar hacer algo si mi pensamiento es que no hay nada que yo pueda hacer?
Influyó el hecho de sentir, con angustia, que estaba dejando pasar oportunidades maravillosas en mi vida...

...El destino me está dando segundas opciones y, esta vez, no quiero perderlas. Si no funciona, al menos quiero poder acostarme y decirme: "Bien hecho, hiciste todo lo que estuvo en tus manos". Quizás con pena, tal vez frustración, rabia ( o cualquier emoción de las que se sienten cuando uno pierde oportunidades así), pero tranquilo emocionalmente, sabiendo y sintiendo que lo entregué todo. Que hice todo lo que estaba a mi alcance.

Ha sido un paso enorme. Me siento bien así, porque tengo "algo" por lo que jugarmela. "Algo"...lo que sea. Pero sabiendo que si yo puedo hacer que las cosas pasen, ese "algo" aparece constantemente. Esa construcción de mi sueño pasa a tener un sentido que antes no tenía.

Detalles tan simples como asumir que un vaso de bebida no se cae...yo soy el que lo boto.
Pensar que la pregunta para la frase: "las cosas son así", no es "¿Por qué a mí?", sino "¿Qué hago yo con esto?"
Saber que si nadie me ayuda, no es porque el resto no lo haga..sino porque yo no he pedido ayuda de la manera correcta (o simplemente, no la he pedido)...

Las cosas, desde hace un tiempo, están en mis manos...Y esta actitud me empodera, me hace crecer...
Me he puesto focos y me estoy permitiendo poner toda mi energía en las cosas que puedo influir. En las cosas que puedo hacer que pasen.

Ya empecé y desde acá, no alcanzo a ver el término de este camino...