sábado, junio 10, 2006

Coaching Ontológico, Estrés y Focusing.

Al conocer el Coaching Ontológico, no se puede evitar pensar que la solución a los quiebres está garantizada. Al desafiar de forma respetuosa las antiguas formas de comportarse del trabajador (coachee), éste puede darse cuenta de sus fallas y de cómo superarlas. Sin embargo, al revisar más profundamente, es posible notar que, a pesar de que el cambio parece asegurado, la forma de seguir los pasos del Coaching Ontológico, deja de lado un factor fundamental en todo ser humano: las emociones y los sentimientos del coachee, sobretodo en personas con estrés.

Es ampliamente conocido que la persona que se encuentra con estrés no está capacitada para responder de forma adecuada a nuevos desafíos, debido a que su energía y fuerza está enfocada a adaptarse a la nueva situación estresora. En este sentido, generar un nuevo desafío en estas condiciones, no permitirá alcanzar resultados acordes a lo que se espera.

El Coaching Ontológico, a pesar de su respeto por la persona, genera un desafío que una persona con estrés no está capacitada para responder.

Sin embargo, no por esto el trabajador debería postergar su proceso de aprendizaje, puesto que las exigencias actuales de las organizaciones implican que no hay tiempo que perder para alcanzar los objetivos.

La alternativa del Focusing al Coaching Ontológico es un intento de ampliar el ser-en-el-mundo del coachee, ampliando, en consecuencia, sus posibilidades de acción en su trabajo y en su vida, a partir del descubrimiento del significado implícito de los quiebres del trabajador, basado en la dialéctica del cambio de la personalidad (Gendlin) y en la propia Sensación Sentida del coachee, lo que permite un proceso respetuoso, acompañando y tomando en cuenta las emociones, sentimientos y todo el mundo implícito de éste último, cambiando el paradigma que muestra al aprendizaje organizacional como un proceso directivo y desafiante, aunque sea de manera respetuosa.

Por lo tanto, un proceso empático, de escucha activa y sin ningún tipo de desafío al ser-en-el-mundo del coachee, pero tan movilizador y provocador de cambios en el modo de observar la realidad como el Focusing, sería indicado y adecuado para generar un proceso de cambio del coachee que declara un quiebre, debido a que de esta forma, no sólo se logra el cambio, sino que además se logra hacerlo a pesar del estrés, por el hecho de ser una intervención psicológica preocupada de la persona en sí, que trae como consecuencia un mejor rendimiento y no una intervención organizacional preocupada de que la persona sea capaz de rendir, sin importar en si, el mundo implícito de la persona.